¿Radiadores eléctricos o de gas? Qué sistema de calefacción elegir en 2025

“Elegir bien el sistema de calefacción puede marcar la diferencia entre una casa cómoda y una casa incómoda… y entre una factura asumible o desorbitada.”
Radiadores eléctricos o de gas: ¿en qué se diferencian?
Ambos sistemas funcionan con emisores de calor, pero el origen de la energía y la forma en que calientan es muy distinta. En los eléctricos, cada radiador se enchufa a la red y calienta mediante resistencia interna. En los de gas, se necesita una caldera central que calienta agua y la distribuye por un circuito cerrado de radiadores.
Esto implica que los eléctricos son más fáciles de instalar —no requieren obra ni caldera— pero su consumo puede salir más caro si los usas a diario. Por el contrario, el gas ofrece una calefacción más estable y eficiente a largo plazo, pero exige más infraestructura.
Ventajas y desventajas de cada sistema
Radiadores eléctricos
- Instalación sencilla: solo necesitas un enchufe. Ideal para reformas sin obra.
- Independientes entre sí: puedes calentar solo la estancia que necesites.
- Consumo más alto: el precio por kWh de electricidad suele ser mayor que el del gas.
- No requieren mantenimiento: no hay caldera ni revisiones periódicas.
Radiadores de gas
- Mayor eficiencia en casas grandes: especialmente si están bien aisladas.
- Calor más homogéneo: la distribución del agua caliente es constante.
- Necesitan instalación y mantenimiento: la caldera requiere revisiones y cuidados.
- Inversión inicial más alta: hay que instalar caldera, tuberías y radiadores.
¿Qué sistema de calefacción elegir según tu vivienda?
Aquí no hay una única respuesta válida. Pero sí hay algunas pautas que pueden ayudarte a tomar una decisión más acertada. Si vives en un piso pequeño, usas la calefacción de forma puntual y no quieres meterte en obras, probablemente te interese optar por radiadores eléctricos de bajo consumo. Los modelos más nuevos incorporan termostatos programables, sensores de presencia y conectividad WiFi, lo que permite ajustar el uso a cada momento.
En cambio, si tu vivienda es grande, tiene varias habitaciones o vives en una zona fría donde la calefacción estará funcionando varios meses al año, lo más recomendable es instalar un sistema de gas natural (o propano, si no hay red). Aunque la inversión inicial sea más alta, la diferencia en consumo se notará con el tiempo.
Otros factores que deberías valorar
Más allá del tipo de radiador, es importante que analices el nivel de aislamiento térmico de tu casa. De nada sirve tener un sistema eficiente si el calor se escapa por las ventanas, techos o paredes. Si este es tu caso, no dejes de leer nuestro post sobre cómo mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda. Es una inversión que notarás desde el primer invierno.
También es interesante valorar la posibilidad de integrar el sistema de calefacción con la climatización de verano. Por ejemplo, si estás reformando, puedes considerar instalar una bomba de calor reversible. En este artículo sobre instalación de aire acondicionado en reformas te contamos cómo hacerlo.
Precios orientativos en 2025
Actualmente, los radiadores eléctricos de bajo consumo pueden encontrarse a partir de los 120 € por unidad, aunque los modelos más eficientes o con conectividad pueden superar los 250 €. No requieren instalación profesional, salvo en casos de anclaje mural.
Un sistema completo de calefacción por gas con caldera, radiadores y mano de obra puede costar entre 4.500 € y 7.500 €, dependiendo del número de estancias, los metros cuadrados y el tipo de caldera (condensación, bajo NOx…). A pesar del coste, si haces un uso intensivo de la calefacción, recuperarás la inversión en unos años.
En resumen, no hay una solución universal, pero sí una elección adecuada para cada caso. Lo importante es pensar en el uso real que vas a hacer del sistema, el tamaño y aislamiento de tu casa, y el tipo de reforma que estás dispuesto a afrontar.
Elegir bien ahora te evitará muchos disgustos cuando lleguen los días fríos.