¿Cuánto cuesta reformar una casa por completo en 2025?

“Reformar una casa entera no se resume en tirar tabiques: es crear desde cero el hogar que imaginas.”
¿Qué incluye una reforma integral?
Cuando hablamos de una reforma completa, nos referimos a renovar todos o casi todos los elementos de la vivienda: instalaciones, revestimientos, distribución, carpinterías, iluminación, climatización y, por supuesto, cocina y baño.
Una reforma integral bien planificada puede aumentar notablemente el valor del inmueble y mejorar el confort en el día a día. Pero para valorar bien el presupuesto, conviene saber exactamente qué se suele incluir:
- Demoliciones y retirada de escombros
- Fontanería y electricidad nuevas
- Revestimientos: suelos, paredes, techos
- Cambio o restauración de ventanas y puertas
- Baños y cocina completos
- Climatización: aire acondicionado y calefacción
- Pintura, iluminación, acabados
Precio medio por metro cuadrado
En 2025, el precio medio de una reforma integral completa ronda entre los 500 y 900 euros/m², aunque puede variar mucho según el tipo de vivienda, los acabados y la complejidad de la obra. Para que te hagas una idea más clara, aquí tienes una estimación por rangos:
Vivienda de 60 m²
Precio aproximado: 30.000 – 45.000 €
Vivienda de 90 m²
Precio aproximado: 45.000 – 70.000 €
Vivienda de 120 m²
Precio aproximado: 60.000 – 95.000 €
Estos precios incluyen todos los trabajos necesarios salvo que los reformistas descubran algún problema con el que no contabas, tengan abrir huecos en muros de carga o intervenir en cubiertas, elementos comunes, etc. Si tu reforma afecta también a la fachada o a zonas exteriores, seguramente te saldrá algo más caro de lo que te hemos indicado en este post.
Factores que encarecen o abaratan la reforma
No todas las reformas cuestan lo mismo, ni siquiera en viviendas del mismo tamaño. Hay factores que pueden hacer que el presupuesto final varíe de forma significativa:
- Estado inicial del inmueble: si es una vivienda antigua sin actualizar, probablemente haya que renovar todas las instalaciones.
- Redistribución: tirar tabiques, crear nuevos espacios o modificar baños y cocinas implica más obra y más permisos.
- Calidades: los materiales de gama media pueden suponer hasta un 30% de ahorro frente a opciones de alta gama.
- Ubicación: los costes de mano de obra y transporte no son iguales en una gran ciudad que en una localidad más pequeña.
- Accesibilidad: si el piso está en un edificio sin ascensor o en una zona peatonal, el coste logístico será mayor.
¿Cómo ahorrar sin renunciar a una buena reforma?
Uno de los errores más comunes es recortar donde no se debe. Por eso es importante distinguir entre lo que puede ajustarse y lo que es imprescindible. Puedes reducir costes sin que afecte al resultado final si planificas bien y eliges con cabeza.
Algunas ideas útiles:
- Conservar la distribución básica si ya funciona bien, para evitar gastos en fontanería y albañilería.
- Usar materiales de gama media que ofrecen buena calidad y duran muchos años pero no disparan el precio como sí lo hacen algunos materiales premium.
- Elegir sistemas de climatización eficientes y fáciles de instalar, como aires acondicionados por split o conductos según el caso.
- Valorar acabados duraderos que no requieran mantenimiento frecuente.
Licencias, plazos y profesionales
Una reforma integral necesita licencia de obra mayor, aunque en algunos municipios se permite gestionarla como obra menor si no hay cambios estructurales. Es importante consultar la normativa local para no encontrarse con problemas más adelante.
Los plazos de ejecución suelen ir de 2 a 4 meses en reformas estándar, aunque si hay retrasos por materiales, permisos o ampliaciones del proyecto, puede alargarse fácilmente. Por eso es recomendable firmar un contrato con plazos claros y penalizaciones si no se cumplen.
Respecto a los profesionales, no te la juegues. Una reforma completa necesita coordinación: fontaneros, electricistas, albañiles, pintores… Lo mejor es contar con una empresa que gestione todo el proceso. En este artículo sobre cómo reformar una casa paso a paso tienes una guía completa si estás valorando lanzarte a ello.
¿Reformar poco a poco o todo de una vez?
Es una de las dudas más habituales. Reformar por partes puede parecer más llevadero económicamente, pero suele salir más caro a largo plazo. Coordinarlo todo de una vez ahorra tiempo, molestias y dinero. Además, te aseguras de que toda la casa sigue una misma línea estética y funcional.
Si el presupuesto es limitado, quizá tenga más sentido hacer algunas reformas sin obra como paso previo: cambiar suelos vinílicos, pintar azulejos o renovar sanitarios sin desmontar todo. Pero si vas en serio, lo mejor es planificarlo como un todo.
Una casa bien reformada no solo mejora el confort y la estética, también permite ahorrar energía, ganar en seguridad y revalorizar la vivienda si decides vender o alquilar más adelante. Y eso, hoy más que nunca, marca la diferencia.